Texto de Rafa Kas sobre The Tuscany Valley Experience:
Recuerdo que llevaba poco tiempo en Asturias tras mi etapa madrileña, un amigo me pidió ir a echar un cable para grabar una maqueta a un grupo con el que estaba tocando, así que agarré mi 8 pistas digital de Roland y me subí unos días a su local. Como siempre, porque no lo puedo evitar, detecté fallos aquí y allá, los señalé y acabé muy involucrado en ese proyecto, principalmente porque los temas eran buenos.
Según pasaron los días, dos de los miembros de la banda me llamaron la atención sobre los demás. El primero fue el bajista. Tenía peso y era un perfeccionista, como yo. Nuestra colaboración en aquella grabación fue bastante fructífera y aparte se le adivinaba un peso escénico importante, ya desde el local de ensayo. Se llamaba Marcos, pero pronto averigüé que le llamaban El Padre Karras. El otro, curiosamente, era el corista, un tipo al que llamaban Txolo. Lo primero que pensé al verle delante de un micrófono fue: “¿Qué pelotas hace este tío de corista?”. Derrochaba una energía vital impresionante, con o sin el micrófono delante.
Cuando el grupo en el que estaban se deshizo, yo ya tenía un contacto cercano con ellos. Al principio, llamé al Padre Karras para Rafa Kas Trío y le presenté a Pol, pero con el paso del tiempo, necesitábamos un local, y Txolo, que vivía en una casa bastante aislada en el extrarradio gijonés, cerca de Serín, nos ofreció su casa para ensayar. Ya empezaba yo a vislumbrar el futuro. En los descansos, tomábamos una birra y hablábamos de música. Fue cuestión de segundos, de soltar dos anzuelos bien cebados y cuando nos dimos cuenta The Tuscany Valley Experience estaba en marcha.
No había habido nunca en los escenarios gijoneses un grupo con esa filosofía. Repertorio inaudito, actitud enérgica, entre el Punk y el PowerPop, y una irreverencia flagrante como bandera: Melissa, Ángela Channing, Chase Giobertti, Chú-Lin…. Nada parecía calmar nuestras energías.
¡LARGA VIDA A LOS VIÑEDOS DE FALCON CREST!
Los años han pasado, incluso nos hemos ido y vuelto, pero esta banda tiene algo que el resto de las bandas deberían envidiar: somos amigos y seguimos no sólo tocando juntos, sino saliendo juntos a divertirnos, y eso es algo que no quiero perder.
Rafa Kas